45. Comenta el
paisaje agrario que ves en la fotografía (página 165).
Comentario del
paisaje agrario de Salobreña, en Granada.
El paisaje
agrario se sitúa en la costa mediterránea del sur Península, concretamente en Salobreña, Granada.
El medio
físico presenta un relieve llano junto a la costa, donde se disponen los
cultivos, y un promontorio rocoso, donde se localiza el poblamiento rural[1]. El clima, como se
deduce de la vegetación de matorral, de los tipos de cultivo, y de la
presencia del mar en el fondo de la imagen, es mediterráneo costero,
caracterizado por precipitaciones escasas e irregulares, lo que produce una
falta de humedad anual, que se agudiza durante el verano; y temperaturas muy
suaves a lo largo de todo el año, sin riesgo de heladas. La vegetación
que se aprecia son matorrales y el suelo es el propio de las llanuras
costeras[2] aluviales mediterráneas, de color rojizo y bastante fértil
si se riega.
El espacio
agrario se organiza en parcelas de pequeño tamaño y forma regular,
que componen un paisaje de campos abiertos en el que no existen cierres
físicos entre las parcelas.
Los usos del
suelo son predominantemente agrícolas. Se trata de una agricultura
de policultivo en la que los cultivos varían en función de la existencia
o no de riego. Las condiciones climáticas justifican la práctica de una agricultura
de secano, donde los cultivos principales son los cereales, la viña
y el olivo, que forman la trilogía mediterránea.
El
secano, presente en el primer plano de la fotografía, está ocupado por
otros cultivos mediterráneos como los arbóreos extensivos, como el
almendro y avellano, y el algarrobo.
En aquellas
zonas donde las temperaturas son más suaves y los suelos fértiles se practica la
agricultura de regadío, con técnicas sofisticadas de riego.
La
superficie regada se presta, en cambio, a una agricultura intensiva[3] en la que es posible una mayor
diversidad de cultivos. Dada la suavidad térmica de la zona durante el
invierno, algunos de estos son propios de clima subtropical, como la caña de
azúcar o el chirimoyo, junto a los que se desarrollan también cultivos
de huerta. La mecanización de algunas de las tareas agrarias no es fácil,
pero este inconveniente se ve paliado, en parte, por los altos rendimientos y
el precio elevado de algunos productos, como la chirimoya, que se destinan a la
exportación a Europa y a las áreas urbanas españolas.
El poblamiento
es concentrado en un pueblo apiñado[4], emplazado sobre el promontorio
rocoso, por razones defensivas, como lo prueba la existencia en la cima de
un castillo de época musulmana; y por razones económicas, como son dejar libre
para la agricultura el espacio llano más favorable para esta. Las casas
responden a la morfología tradicional, con las paredes enjalbegadas y la
cubierta plana, adaptada al carácter seco del clima, que ofrece la posibilidad
de recoger el agua de lluvia en un aljibe.
Los
problemas que pueden afectar a este espacio agrario son la reducción del
espacio cultivado por la extensión de otros usos del suelo, como los
relacionados con la actividad turística, o problemas medioambientales
como la sobreexplotación de los recursos hídricos o del suelo debido a la
intensificación o al uso excesivo de fertilizantes.
Las
perspectivas de futuro no son favorables para el cultivo de la caña, dados
los excedentes de azúcar existentes en la Unión Europea, pero presentan
buenas expectativas para los frutos tropicales y para los productos de huerta.
Fuente: Mª. Concepción Muñoz-Delgado,
2009, Geografía. Anaya, Madrid.
[1] Poblamiento rural: es el conjunto de asentamientos
humanos existentes en el espacio rural
(el espacio rural es el territorio no urbanizado de la superficie terrestre).
[2] Llanuras costeras: son franjas litorales formadas por
rocas sedimentarias procedentes de los aluviones depositados por los ríos al
perder fuerza erosiva cerca de la desembocadura o por la acción combinada del
mar y de los ríos.
[3] Intensiva: Formas de explotación agraria
localizada sobre una superficie reducida de terreno, que proporciona altos
rendimientos gracias a las elevadas inversiones que recibe en trabajo o en el
empleo de técnicas avanzadas.
[4] Apiñado: con las casas agrupadas en torno a
un núcleo, de forma irregular o más o menos regular.