43. Comenta el paisaje agrario de la
fotografía (página 163).
El
paisaje agrario se sitúa en el interior peninsular, en la provincia de Toledo.
El
medio físico presenta un
relieve llano
y el suelo
arcilloso característico de las cuencas
sedimentarias terciarias de la Meseta. Este es de calidad mediocre, dado
que obliga a dejar áreas en barbecho. El clima de esta
zona es mediterráneo
continentalizado, con precipitaciones escasas, distribuidas irregularmente
a lo largo del año (sequía en verano); y acusados contrastes térmicos
estacionales, con inviernos fríos y veranos calurosos.
Los usos del suelo son agrícolas,
ganaderos y forestales.
El espacio agrario
está constituido por parcelas[1] grandes, de
forma bastante regulares,
que componen un paisaje de campos abiertos,
en el que las parcelas
no tienen límites físicos que las separen. En ellas se da una agricultura de policultivo[2], de secano, y extensiva, en la
que se aprecian dos cultivos básicos de la trilogía
mediterránea. Los cereales rotan con el barbecho[3] y otro cultivo de descanso. El secano domina
en los páramos y
campiñas meseteñas.
En el pasado, los
cereales, principalmente el trigo, rotaban[4] con barbecho o con leguminosas y
llevaba asociada una ganadería ovina que
pastaba en los rastrojos.
En la actualidad, el
trigo ha sido sustituido en gran parte por la cebada, y el barbecho
completo se ha reemplazado por el medio barbecho, que utiliza el girasol como
cultivo de descanso, o ha desaparecido gracias al uso de abonos químicos. Las
parcelas de barbecho
deben ararse para airear la tierra y para que el suelo absorba mejor el agua de
lluvia.
Tradicionalmente,
estas áreas en barbecho y los rastrojos de los cereales se han utilizado para
la alimentación de ganado
ovino.
Los cultivos herbáceos
comparten el espacio con cultivos arbustivos como
la vid, que cuenta con una importante tradición en la zona.
El principal problema
que afecta a este paisaje es la dedicación a cultivos que cuentan con
importantes excedentes de producción en la Unión Europea,
los cereales y la
vid, por lo que su producción está sometida a cuotas y a la obligación de
dejar en barbecho una superficie adicional a la tradicional.
Las perspectivas de
futuro para los cereales podrían
ser favorables en la producción de biocombustibles (bioetanol),
pues la decisión de incrementar su participación en la producción energética
obliga a ampliar la superficie cultivada con este fin, que recibe una remuneración
adicional por la PAC[5]. Por su
parte, el viñedo
encuentra expectativas favorables en la dedicación al viñedo de calidad y en el
destino de parte de la producción excedentaria a la elaboración de zumos de uva.
Fuente: Mª. Concepción Muñoz-Delgado, 2009, Geografía.
Anaya, Madrid.
[1] Parcelas: son tierras con unos límites precisos pertenecientes
a un propietario.
[2]
Policultivo. Agricultura de varios
productos en una misma superficie.
[3]
Barbecho. Es una práctica agrícola
tradicional que consiste en dejar descansar la tierra un tiempo variable. Las
tierras en barbecho rotan con las cultivadas, permitiendo recuperar
la fertilidad del suelo.
[4]
Rotación: sucesión de cultivos en el
tiempo y sobre el espacio cultivado. Para llevarlo a cabo, la tierra se divide
en porciones u hojas. Cada año, cada una de las hojas recibe un cultivo durante
cierta época del año y cambia de cultivo o queda en barbecho los años
siguientes. Según sea la duración del ciclo
de rotación, esta puede ser bienal, trienal.
[5]
PAC. Política Agraria Comunitaria. Desde la entrada de España en la CEE (Comunidad Económica Europea) en 1986, las
decisiones comunitarias en política agraria son decisivas.